A lo largo de los últimos años hemos insistido, a través de diversos artículos, en las ventajas (además de la obligación legal) de utilizar software 100% legal. La principal ventaja es la posibilidad de contar con actualizaciones gratuitas que mejoren errores o problemas de seguridad.
Es por ello que en estos momentos queremos hacer mención especial al próximo fin de vida de diversos productos de Microsoft. Consideramos que su grado de implantación es lo suficientemente elevado como para dedicarles un artículo y comentar las opciones que tenemos de cara a solventar este problema.
A lo largo del 2010 termina el soporte (y con ello como comentamos la disponibilidad de parches) para Windows 7 (14 de enero del 2020), Windows Server 2008 y 2008 R2 (14 de enero del 2020) y Microsoft Office 2010 (13 de octubre de 2020).
Sin duda el caso más destacables, tanto por su cercanía en tiempo, como por su mayor uso y las consecuencias asociadas es el de Windows 7.
Una vez alcanzadas las fechas anteriormente mencionadas no vamos a notar ninguna incidencia específica en nuestros equipos, ni van a dejar de funcionar de manera inmediata ninguno de los productos afectados. Sí es posible que las actualizaciones de los meses anteriores incluyan algún mensaje de aviso sobre esta situación (de hecho, ya se están empezando a recibir en algunos casos para Windows 7). El problema vendrá en que con el paso del tiempo nuestros sistemas se volverán menos seguros, puesto que seguirán apareciendo fallos de seguridad que no serán corregidos y que pueden ser aprovechados por atacantes (hackers) o virus para acceder a nuestros sistemas.
En una siguiente fase los problemas aumentarán, siendo imposible instalar algunos programas que nos indicarán que ya no son compatibles con nuestro sistema operativo. Algo similar ocurrió, por ejemplo, con Windows XP y los navegadores de internet. Llegó un momento en que ya no podíamos actualizarlos bajo ese sistema, lo que provocó que poco a poco ciertas webs dejasen de funcionar correctamente.
Dado que queda poco tiempo, para el caso de Windows 7 y Windows 2008 server y 2008 r2 server, aconsejamos planificar la situación personal con antelación, para evitar problemas.
Nuestra recomendación es siempre usar productos originales y actualizados. Es probable que en caso de utilizar Windows 7 o Windows server 2008 nuestros equipos/servidores tengan bastantes años y compense el cambio del equipo. Invertir dinero en la compra de una nueva licencia para un equipo antiguo no suele ser demasiado rentable. En cualquier caso, habrá que comprobar si la máquina en cuestión cumple con los requisitos mínimos de hardware para instalar el software actual.
En los equipos de usuario, si nos decantamos por la compra de un nuevo ordenador, nuestra recomendación de mínimos partiría de un disco SSD, con un procesador Intel i5 o similar y 8 GB de memoria RAM. Si bien a algunos usuarios podría llegarles un ordenador más sencillo consideramos que es un hardware mínimo, con una buena relación calidad/precio, que nos permitirá trabajar con fluidez durante unos años. Para usuarios avanzados con necesidades específicas podría ser recomendable un hardware superior.
Para el caso de servidores estamos hablando de sistemas más complejos y detallar opciones escaparía al espacio disponible en este artículo, pero quedamos a vuestra disposición para resolver cualquier cuestión que os pueda surgir.
Unos meses más adelante, en octubre del próximo año, le tocará el turno a la suite ofimática Office 2010. Recordemos que desde que salió al mercado este paquete ya se han comercializado las versiones 2013, 2016 y el año pasado la actual 2019. A mayores, desde entonces también están disponibles las versiones de pago por uso englobadas dentro de Office 365. Igualmente estamos a vuestra disposición para comentar personalmente vuestra situación y las opciones disponibles, si bien en este caso aún tenemos casi 1 año hasta encontrarnos con el problema.
Esperamos que este artículo haya resultado de vuestro interés.